“Ustedes que han olvidado lo dulce que es el Señor, vengan a experimentar nuevamente la suavidad del Amor Verdadero…; ustedes quienes ya no saben disfrutar de la felicidad porque han dejado extinguir el fuego del Santo Amor en sus almas, vengan a encenderlo nuevamente…, ustedes quienes se declaran incapaces de amar porque han olvidado la virtud de pensar en los demás, de dar y de darse, vengan a renovar el contacto con el Bien Supremo, cuya esencia es comunicarse…; ustedes quienes son víctimas de un orgullo que los pierde, temen rebajarse al adorar a su Creador y Salvador, vengan a tomar nuevamente su lugar en el hogar Eucarístico…, vengan también ustedes los que nunca se han alejado de Él, a fin de alcanzar la gracia de un amor cada vez más grande y una generosidad total. ”(Paul Emile Cardenal Léger, Arzobispo de Montreal, Adoración Nocturna)
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